Los mejores vinos para la cena de Navidad

Con la Navidad a la vuelta de la esquina, muchos ya estaréis pensando en los platos con los que este año vais a deleitar a familiares y amigos. Tanto la cena de Nochebuena como la comida del día 25 de diciembre, a la que se suman otras citas como Nochevieja, Año Nuevo o Reyes, suelen ser eventos en los que se degustan todo tipo de platos como ensaladas, mariscos, carnes, pescados y numerosos dulces. La elección de los platos es muy importante, pero no podemos olvidar que para lograr una perfecto maridaje se debe elegir un buen vino, ya que si se elige el vino equivocado puede arruinar el sabor de los platos. A continuación, os damos algunas recomendaciones para que combinar gastronomía y vino en estas fechas sea todo un acierto.

ENTRANTES

Por lo general, empezamos estas reuniones de Navidad con unos entrantes que suelen ser platos ligeros con sabores suaves. Para ello, el vino apropiado también debe serlo ya que que si empezamos con sabores fuertes e intensos al principio, el vino y la comida de después no nos sabrán a nada. Estos platos suelen ser: ensaladas, cremas, sopas o embutidos que suelen acompañar bien con un vino tinto crianza o un blanco joven. Entre los vinos podemos destacar Pago de los Capellanes Crianza o Lavia Plus, elaboraciones muy recomendadas para ir abriendo boca. También se recomienda la combinación de ensaladas y platos de verdura con vinos rosados.

Si los entrantes incluyen queso, se puede combinar con diferentes vinos en función de la intensidad del sabor. En el caso de un queso suave se puede descorchar un vino blanco o un crianza, mientras que para los semicurados y para los curados será mejor optar por un reserva.

MARISCOS Y PESCADOS

Si tenemos que señalar un plato como el más característico de estas fiestas por excelencia, ese es el marisco, una familia de productos muy variada que supone una garantía de éxito casi del cien por cien, ya que todo comensal sabe admirar el valor de este tipo de alimento. No obstante, al igual que pasa con su hermano el pescado, es importante saber con qué vino combinarlo, ya que no querremos en ningún caso camuflar el sabor de tan delicados manjares, sino potenciarlo y ayudar a que su paso por boca sea elegante y agradable.

Por tanto, recomendamos acompañar estos platos con un vino blanco como La del Vivo, un vino reconocido con 93 puntos Parker que se enmarca como una apuesta segura. Con él tienes la garantía de que no enmascararás los sabores de esos deliciosos gambones, nécoras, almejas o navajas, entre otros tipos de marisco, sino que se convertirá en el mejor aliado para otorgar nuevos matices que envolverán nuestro paladar.

CARNES

Las carnes, tanto a la plancha, como estofadas o guisadas, deben combinarse con vinos tintos que tengan cierto cuerpo. Es importante tener en cuenta que a mayor intensidad de la carne o el guiso mayor debe ser la potencia que desprenda el vino. Para este tipo de platos una apuesta segura es Vivanco Reserva, un tinto elaborado con las variedades de uva tempranillo y graciano que posee agradables notas frutales. También podemos optar por descorchar una botella de Arzuaga Crianza, un vino con una gran estructura, sedoso y con un final largo y persistente.

POSTRES

Estas cenas suelen terminar con la llegada de los postres típicos navideños como los turrones, los polvorones, los bombones, los mazapanes y demás dulces. El vino que combina a la perfección con estos productos y que pone el broche de oro son los vinos dulces. Por tanto, recomendamos el Vivanco 4 Varietales Dulce de Invierno, un vino que aporta un ligero dulzor y frescura.

Por último, para brindar y digerir todos estos platos lo mejor es servir una botella de champán como Moet & Chandon Brut Imperial o Veuve Cliquot Rose, que pondrán la guinda a esas reuniones de Navidad  y a esos eventos especiales en los que buscas que todo salga perfecto.

Te aseguramos que si cuidas al detalle cada momento de tu cena o comida, tus invitados saldrán encantados. Recuerda que gastronomía y vino deben fusionarse en uno, que cada botella debe ser un completo del plato al que acompaña y viceversa. Es imprescindible saber elegir correctamente para que la experiencia sensorial, de aromas y sabores, sea completa.