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La dieta mediterránea es famosa por ser una de las dietas más sanas. Originalmente, se conoce por incluir entre sus alimentos ricas verduras, frutas frescas, cereales, aceite de oliva, pescados y carnes rojas. Para que termine de ser del todo saludable este patrón dietético debe incluir, además, el consumo moderado de vino. Muchos médicos aconsejan a sus pacientes tomar 150 ml de esta bebida durante la cena o el almuerzo para completar su dieta.
En Vinorea hemos descubierto que el vino tinto aporta beneficios por sí solo, pero si se conjuga con una dieta equilibrada, estos pueden aumentar. Además, hay infinidad de vinos, esta riqueza, hace que en cada momento, pero sobretodo, en cada comida podamos disfrutar de un vino diferente que forme un perfecto maridaje con nuestro plato.
MARIDAJE CON VINO
Las carnes rojas son muy importantes dentro de la dieta mediterránea y el vino perfecto para este tipo de carnes es el vino tinto de crianza o reserva. Por el contrario, si pensamos en pescado, inmediatamente pensamos en el vino blanco. El pescado en fritura marida con vinos elaborados con la variedad palomino, en cambio, el rodaballo o lenguado casan mejor con un vino blanco más afrutado y aromático. Los mariscos, también son amigos del vino blanco, estos se disfrutan mejor si van acompañados de vinos espumosos.
Una de las cosas más interesantes es que se puede combinar el vino y dieta incluso para bajar de peso. Según estudios científicos se ha descubierto que esta bebida funciona como un aliado contra la grasa, impide la formación de nuevas células de grasa y se encarga de movilizar las ya existentes. Además, también reduce la obesidad y el sobrepeso, especialmente, en edades más avanzadas. Utilizar el vino tinto para adelgazar es más efectivo si se combina con la ingesta de proteínas de modo que el alcohol sea lo primero que se metabolice. Procura no tomarlo con hidratos de carbono porque no obtendrías los mismos resultados.
Una dieta siempre se va a llevar mejor si la acompañamos de un buen vino. También es importante que sepas que el vino tinto goza de beneficios que inciden directamente sobre el estado de las endorfinas. Según un estudio llevado a cabo por la Universidad de California, estas hormonas de la felicidad aumentan la sensación de bienestar, placer actuando como un antidepresivo natural.
Por si fuera poco, todos sabemos que los enófilos son conocidos por tener más sensibilidad a la hora de comprar alimentos sanos y de preocuparse por mantener una dieta equilibrada. Si eres uno de ellos, seguro que cuidaras muy bien tu alimentación. Por lo tanto, el mito de que las bebidas alcohólicas son perjudiciales puede quedar un poco desbancado ante todas las ventajas que ofrece la armonía entre el vino y la dieta saludable. Eso sí, siempre recomendamos hacerlo de forma moderada y equilibrada.