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Publicado el :
07/09/2017 10:26:38
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Vino
El vino es una de las bebidas más antiguas que se conocen, junto con el agua y la leche. El consumo de vino diario es uno de los elementos fundamentales en la dieta mediterránea. Debemos recordar que son muchos los beneficios del consumo diario de vino: reduce las grasas, contiene antioxidantes, reduce el riesgo de sufrir depresión, etc.
Nuestro país siempre se ha caracterizado por ser un gran productor de vino, y las cifras de consumo de este último año han ido aumentando. Por ello, vamos a abordar una cuestión que tal vez nunca nos hemos planteado… o quizás sí. ¿Cuáles son las características que debe tener un vino de consumo diario?
La característica más importante de un vino de consumo diario es que debe ser asequible, es más, debe cumplir con las tres “B” (bueno, bonito y barato). Son vinos blancos, rosados o tintos jóvenes con pequeñas crianzas. Además, hay que recordar que siempre debe realizarse un consumo de vino moderado, lo recomendado es una copa al día.
Generalmente, cuando pensamos en un vino de consumo diario nuestra mente lo asocia a un vino tinto. Aunque también, asociamos consumo diario con un vino barato y esto es un grave error, ya que nuestro país cuenta con vinos asequibles de gran calidad. Sin embargo, esto es más difícil en otros países, donde para encontrar un buen vino nos debemos ir a una gama media-alta y, por lo tanto, de un precio más elevado.
Los vinos blancos son recomendables para acompañar platos como pescados y mariscos. Sin embargo, los vinos blancos más secos suelen acompañar mejor con sopas y legumbres. Por otra parte, los vinos tintos suelen combinar mejor con carnes rojas y de caza. Y los tintos jóvenes son el maridaje perfecto de huevos o comidas fuertes. Para las carnes blancas o suaves la mejor opción es el vino rosado, así como para quesos tiernos y cremosos.
Independientemente de estos criterios, la decisión final del tipo de vino que elijamos para nuestras comidas diarias dependerá también del gusto individual de cada persona y la época del año. Por ejemplo, en verano con el ritmo de vida tan ajetreado, las comidas ligeras suelen ser el maridaje perfecto junto con un vino blanco.
En cuanto a vinos de consumo diario, esta es nuestra particular recomendación:
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