Denominación de Origen Bullas: monastrell y notas afrutadas

Denominación de Origen Bullas: monastrell y notas afrutadas

Publicado el : 24/04/2018 12:37:00
Categorías : Vino

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Hablar de la Denominación de Origen Bullas es tarea sencilla, y es que, tan solo con navegar unos segundos por la web municipal de la ciudad de Bullas, vemos que uno de los lemas que representan a este municipio del noroeste de la Región de Murcia es el de 'bodega natural'. Históricamente, Bullas ha sido tierra de vinos, y ya desde mediados del siglo XX comenzó a distribuir vino para el mercado a granel, hasta que a finales de los 80 las bodegas empezaron a invertir en la tecnología necesaria para dotar de la máxima calidad a sus productos.

Fue en 1988 cuando se creó el Centro Gestor Vinos de la Tierra de Bullas con el fin de establecer las bases para optar a la Denominación de Origen Bullas, que fue concedida en el año 1994 y que, actualmente, engloba a más de una decena de bodegas que engloban a los municipios no solo de Bullas sino también de Calasparra, Caravaca de la Cruz, Cehegín, Mula, Ricote, Moratalla, Lorca, Cieza, Pliego y Totana.

EL MICROCLIMA DE BULLAS

Si algo hace especial a los vinos de D. O. Bullas es la excepcional condición tanto de suelo como de clima de la zona, que es perfecta para el cultivo de la vid y, en concreto, para la variedad tinta monastrell que, con un cultivo casi cien por cien ecológico, es la protagonista de esta Denominación y supone cerca de un 80% del total plantado.

Con una localización idónea entre el Mediterráneo y las sierras interiores de la comunidad de Andalucía, la zona se caracteriza por vivir veranos muy calurosos y por sufrir repentinos vientos helados. La temperatura media es de 15,6 ºC y, esporádicamente, asiste a tormentas y lluvias torrenciales.

Respecto a la tipografía, los suelos sobre las laderas cuentan con una gran dureza, por lo que deben ser abiertos mecánicamente antes de poder plantar las viñas. Cuentan con escasa materia orgánica, buen drenaje y un alto nivel de caliza. En general, el viñedo se alarga por zonas montañosas de unos 700 metros sobre el nivel de mar repartidos por valles pequeños con característicos microclimas.

Cabe señalar que los envases autorizados para esta Denominación de Origen son botellas de 1,5 litros, de 75 cl., de 50 cl., de 37,5 cl. y de tipo bag-in-box. Asimismo, existe un reglamento en torno a los tapones que se pueden utilizar, que solo pueden ser naturales.

Vendimia Denominación de Origen Bullas

Ya hemos destacado la uva monastrell, que es la más característica de esta D. O. y que responde a una variedad tinta autóctona de la zona mediterránea de España que aguanta bien la sequía y las heladas. Gracias a ella se obtienen vinos con alta graduación alcohólica, no muy ácidos, tánicos, aromáticos y de un atractivo e intenso color.

MÁS ALLÁ DE LA UVA MONASTRELL

No obstante, además de los vinos monastrell, también existen otras variedades tintas que proporcionan auténticos D. O. Bullas como la cabernet sauvignon, que tiene procedencia francesa pero se cultiva en todo el mundo. Produce vinos de gran acidez y taninos, buen grado de alcohol y de un agradable equilibrio en aroma y cuerpo.

La garnacha tinta también se hace un hueco en este listado. Se trata de una de las variedades de uva más extendida por toda España, muy productiva y que resiste bien al frío. Logra crear vinos de poca acidez y astringencia, con aromas frutales, carnosos, suaves y perfectamente equilibrados.

Otra de las variedades muy cultivada en todo el mundo y que también forma parte de la D. O Bullas es la syrah, que produce vinos de alta acidez y taninos que desprenden agradables aromas florales y afrutados.

Por su parte, la tempranillo, muy sensible a la sequía, da vinos de graduación media con excepcionales aptitudes de crianza, con equilibrada acidez e intensas tonalidades.

La merlot, procedente de Burdeos, es la uva más frecuente en todo el mundo. Bajo el etiquetado de Bullas produce vinos suaves, finos y de agradables aromas a frutas, hierbas y especias.

Para acabar con las variedades tintas cabe nombrar la petit verdot, que lleva algo más de diez años cultivándose en España. Ante una adecuada maduración proporciona intensos vinos a los que aporta color, tanicidad y cuerpo.

Dentro de las variedades de uva blanca, la manchega airén es la más plantada en España. Los vinos que se obtienen de ella son afrutados, de elevada graduación alcohólica y con una acidez media.

Como parte de los vinos de Bullas también encontramos la variedad de uva chardonnay, que desemboca en un producto final afrutado, fino y equilibrado que, además de para vino, se emplea para elaborar champagne.

Las flores y las frutas se equilibran a la perfección en los elegantes, potentes y ligeramente amargos vinos que se obtienen a partir de la variedad macabeo, que proporciona excelentes resultados en fermentaciones en barricas de madera de roble.

A partir de la malvasía, que también se cuela en los viñedos de Denominación de Origen Bullas, se consigue producir vinos ricos en aromas que combinan un ligero amargo con un toque dulce y ácido. A menudo se emplea para producir vinos de postre.

Vino de Bodegas Lavia Bullas

La moscatel de Alejandría cuenta con la particularidad de que necesita sol y crece preferiblemente en zonas costeras. Es rica en azúcar y en aromas, y se destina también al consumo en fresco y como pasa.

Sobre la sauvignon blanc podemos decir que produce elegantes vinos con aromas herbáceos y florales. Suelen ser secos, ácidos y de agradable contenido en alcohol.

Finalmente, la moscatel de grano menudo se emplea para vinos blancos secos, aromáticos y complejos. Esta variedad posee un alto contenido en azúcar.

TRADICIÓN Y SELECCIÓN EN LOS VINOS DE BULLAS

El sistema tradicional que se emplea es el cultivo del viñedo en vaso y en secano, aunque también se llevan a cabo plantaciones en espaldera, generalmente para variedades diferentes a la monastrell a las que se dispone de riego por goteo.

La vendimia comienza normalmente a primeros de septiembre y se da por concluida a finales de octubre o primeros de noviembre. Tras realizarse las pertienentes pruebas de madurez, se escoge el momento idóneo de vendimia según cada bodega.

En definitiva, degustar una copa de un D. O. Bullas es adentrarse en una tradición vitivinícola cuidada al detalle y con gran variedad en la que destacan los agradables aromas afrutados de sus vinos, especialmente característicos de la uva monastrell, que posee intensos toques a frutas rojas maduras que captan la atención de cualquier paladar. 

Nada como un buen vino de Bodegas Lavia para captar todo el carácter propio de la Denominación de Origen Bullas y saborear unos tintos de producción única que invitan a repetir una vez se conocen.

Redacción: Nuria Guerrero
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